Para reindustrializar y crear organizaciones sostenibles
Entrevista publicada en Sustainability.es
La nueva revolución digital está transformando la industria, pero también las ciudades. Se han presentado nuevos modelos productivos. Tenemos fábricas inteligentes operadas por robots colaborativos. Existen industrias capaces de crear de manera más eficiente y con alta productividad diversos productos. Al mismo tiempo hay una mayor preocupación por digitalizarlo todo y por reducir las emisiones. ¿Deben las ciudades adelantar este proceso? ¿Están las ciudades preparadas para ello? En este contexto entrevistamos a Miguel Castañeda Loayza, acucioso investigador y profesor universitario que viene trabajando aspectos de sostenibilidad corporativa, fondos europeos y la nueva industria digital y sostenible.
¿Qué es lo que viene investigando los últimos meses?
Uno de los capítulos de mi próximo libro tiene que ver con el tema de la reindustrialización digital y sostenible. Este es un proceso que va a definir el éxito o fracaso de la nueva industria, pero también la viabilidad y posicionamiento de ciudades, regiones y países. Pero dependerá de la profundidad, estilo, modelo de implementación y sistema de cumplimiento que ello traiga consigo. Por ello es que este nuevo proceso de reindustrialización debería estar vinculado con el impacto que debe producirse en la economía del día a día de las personas y en el bienestar de las sociedades. Las ciudades deben acompañar este proceso.
¿Cómo se vincula este impacto entre nueva industria y bienestar de las sociedades?
La propuesta la hago en el marco de un esquema conceptual y metodológico sobre un modelo de gestión de organizaciones públicas o privadas que estén en búsqueda de ser sostenibles. Pero no solo sostenibles ambiental y/o económicamente, sino que exploren convertirse en vectores de bienestar ciudadano mucho más allá de lo que persiguen organizaciones con los modelos tradicionales de primacía de los shareholders. Es un tema amplio y complejo que no lo puedo abordar, a profundidad, en esta entrevista, pero que sí es pertinente enfatizar para ubicar el contexto general que aloja mi perspectiva de reindustrialización digital y sostenible. En esta mirada, por un lado, las regulaciones deben adaptarse a las innovaciones; recogerlas y dinamizar su despliegue. Pero, al mismo tiempo, las industrias deben reflexionar sobre estos nuevos modelos para el impacto en las ciudades y asignarse nuevos roles.
¿Y qué perspectivas o enfoques aborda esta nueva reindustrialización?
Este asunto tiene distintas perspectivas, desde la concepción del diseño instrumental y metodológico para su gestación, pasando por una mirada técnico-estratégica de cada industria, hasta lo vinculada a la nueva geopolítica global. Su impulso y velocidad difiere de lo que se viene desarrollando en Norteamérica, China, Japón, Europa o Australia, para nombrar algunos contextos imprescindibles. Pero nadie niega su emergencia y su despliegue. Para Europa, por ejemplo, este es uno de los temas, tan importantes como la transición energética, la transformación digital, el nuevo bauhaus europeo o la economía circular. Es más, de hecho, los incorpora. Hay ciudades que son interesantes ver cómo se vienen desarrollando sus innovaciones industriales.
¿Cuán importante será esta reindustrialización?
Para muchos, la gran mayoría del sector académico, la industria 4.0 (Hay quienes afirman que ya estamos viviendo una 5.0) está transformando el tejido urbano y lo seguirá haciendo con mayor velocidad y calado. De la misma manera como las revoluciones industriales anteriores hicieron con las ciudades y los países, esta reindustrialización digital y sostenible está exigiendo cambios normativos y nuevas estructuras jurídicas que acompañen su despliegue generalizado. Los pequeños ayuntamientos están necesitando de sus diputaciones y comunidades autónomas, y éstos a su vez del Estado Nación, gremios sindicales y las patronales empresariales, para facilitar la emergencia de lo que se plantean en los centros de investigación y universidades, así como las propuestas de nuevos startups que están cambiándolo todo. Si miramos 10 años atrás podemos ver las distintas innovaciones llevadas a cabo y; lo que estamos viendo hoy, no se parecerá en mucho a lo que pasará dentro de 10 años más, con la inteligencia artificial, la realidad virtual y la robótico en niveles mucho mayores al que tenemos hoy. Nos está cambiando nuestra forma de vivir.
¿En qué se sustentará esta reindustrialización? ¿Tiene líneas de soporte imprescindibles?
Tiene dos líneas de soporte. La reindustrialización digital y sostenible, su nombre mismo lo incorpora debe construirse sobre estas dos líneas maestras: la digitalización y la sostenibilidad. Y ello, en sí mismo, ya es un concepto bastante amplio que cada industria y contexto deberá acometer en función de su nuevo propósito y proyecto estratégico. Se sabe que el objetivo prioritario para la industria es elevar su productividad y eficiencia; y de esa manera hacerse más competitiva. Sin embargo, si lo vemos en escala de región y país, el desafío es mucho mayor. La sostenibilidad apela a que la concepción de empresa avance hacia la gestación de una propuesta de valor compartido y bienestar ciudadano que legitime su actividad. No solo la implementación de una línea de robots colaborativos o un sistema de control remoto de todos sus procesos, sino también un modelo de bienestar social que haga relevante su impacto y le genere un posicionamiento y reputación corporativa ejemplar y de clase mundial. Ello la hará más competitiva y global. Al mismo tiempo, hará más competitivo su entorno y contexto.
Pero la industria, en su nueva faceta, ¿tiene el poder de transformar la sociedad?
No solo tiene ese poder, sino que está obligada a hacerlo. Si quiere ser parte de un colectivo ciudadano cada vez más presente, demandante y determinante, va a tener que explorar, en la eficiencia y productividad que le ocasione su proceso de digitalización, ideas creativas de impacto social. Debe contribuir, de manera sostenible en el impacto positivo de su actividad. Hay modelos de negocio sostenibles que se están implementando en distintas partes del planeta que son modelos replicables interesantes. La Industria 4.0 y la generación que le viene con la 5.0 sabe el poder que tiene para promover y dinamizar positivamente objetivos sociales sostenibles, mucho más allá de su competitividad. Es más, creo que su nivel de competitividad estará cada vez más ligado a este compromiso. La nueva industria puede ser un generador de resiliencia, crecimiento y bienestar, al mismo tiempo que genere beneficios.
¿Qué aspectos son los que incorpora desde el punto de vista operativo y práctico?
Esta reindustrialización digital y sostenible va a tener que abordar temáticas como la interacción del hombre con la máquina, por ejemplo. Ya tenemos importantes industrias donde los robots colaborativos forman parte del día a día de la operación. El sistema de gestión de talento y reclutamiento para estos procesos van a impactar en los planes de estudio de las universidades y a su vez en las prioridades de los jóvenes. Aquí tienes un impacto directo en la toma de decisiones de las familias y en las sociedades. Otro asunto es el tema de las tecnologías para la eficiencia energética. Este tema ya está bastante claro para cualquier actividad industrial. Más allá de que en 2050 (tal vez antes) debemos tener un planeta carbono cero y en 2030 un fit for 55 de Europa, está demostrado que es mucho más eficiente y productivo transitar del oil and gas hacia las renovables. Este último tema de transición energética tiene una relación directa con los sistemas de almacenamiento y autonomía energética. En este aspecto un hecho casi ineludible es el tránsito de las baterías de litio hacia modelos de pilas con hidrógeno verde. Otro tema sensible es el de los gemelos digitales y la simulación, así como la realidad aumentada y los distintos sistemas de inteligencia artificial y tecnologías inspiradas en la naturaleza que ya forman parte del día a día de algunas industrias.
Pero, ¿cuánto de esto impacta en las ciudades?
En todo. Tú no puedes pretender una industria digital y sostenible en entornos urbanos o infraestructuras jurídico-normativas analógicas y contaminantes. Es por ello por lo que las universidades y centros de investigación, desde hace muchos años (10 años atrás, tal vez) ya vienen reflexionando sobre ciudades inteligentes y sostenibles. Y la nueva generación de ciudades van en una dirección mucho más radical. Con sistemas de transportes autónomos, aerotaxis y drones en el día a día de nuestras actividades, las ciudades de los próximos 10 años serán totalmente distintas a las que tenemos hoy. Para ello, el marco normativo institucional y los sistemas de toma de decisión gubernamental deben acompañar este despliegue. Y los pueblos también están siendo impactados. Aquí se entrecruzan los cuidados por la biodiversidad y la gestión de los bosques, por ejemplo. Por otro lado, los sistemas de trabajo y la manera de informarnos y educarnos requieren una nueva reflexión normativa mucho más acelerada. Hay interesantes modelos de gestión en el mundo que debemos revisar. El caso Singapur, por ejemplo, es interesante.
¿Y cómo van con esta dinámica los países subdesarrollados donde no ha existido una industrialización importante?
Este asunto tiene otro tipo de desafíos. Siempre lo converso con mis alumnos. Países latinoamericanos o africanos como Perú, Colombia, Ecuador, Venezuela o El Congo, van a sufrir una transformación importante. Especialmente en el asunto de la regulación de los recursos naturales no renovables como el oil and gas o los minerales. Las empresas extractivas van a empezar a tener distintas demandas y nuevos esquemas de relación gubernamental que las van a responsabilizar de los procesos de desarrollo local. En esas perspectivas hay una deuda histórica entre el impacto del gran sector corporativo extractivo no renovable frente al bienestar de sus ciudadanos. Aquí, en este contexto deben implementarse los temas de reindustrialización digital y sostenible. Pero, igualmente que el aspecto conceptual y metodológico de la sostenibilidad corporativa, este tema tiene otro nivel de profundidad y detalle.